Erick Cardenas es director de calidad de nuestra planta mexicana de León desde abril de 2019 y, después de finalizar su turno de trabajo, dedica su tiempo libre a los coches, pero no a cualquiera: solo a los clásicos.
Erick Cardenas es director de calidad de nuestra planta mexicana de León desde abril de 2019 y, después de finalizar su turno de trabajo, dedica su tiempo libre a los coches, pero no a cualquiera: solo a los clásicos.
Erick cree que su pasión nació hace muchos años cuando su padre compró un vehículo usado. “A mi hermano y a mí se nos ocurrieron enseguida muchas ideas para mejorar su aspecto”. Hoy siguen compartiendo este hobby y han restaurado más de diez coches antiguos, aunque la mayoría ya no sigan en sus manos. “Disfrutamos de ellos un tiempo, pero, cuando encontramos a algún interesado, los vendemos de nuevo”, cuenta Erick.
Tiempo, paciencia e imaginación
Para encontrar un nuevo coche al que dedicar su pasión, los dos hermanos buscan en Internet, visitan concesionarios y abren bien los ojos mientras manejan por si tuvieran la suerte de encontrar algún coche de su agrado. “A nosotros solo nos interesan los coches antiguos que no están oxidados”, señala Erick. Siempre que encuentran un nuevo proyecto, deciden juntos qué piezas arreglar antes y qué aspecto le quieren dar al coche. Una vez aclarado, se ponen manos a la obra. Para restaurar un coche clásico con chapa y pintura incluida necesitan un mínimo de tres o cuatro meses. Su primera historia de éxito es la de un escarabajo VW y a esta le siguieron, entre otras, las restauraciones de un FORD Bronco (dcha.), un FORD Maverick y un VW Golf (izda.). Así es cómo Erick describe su pasión por esos vehículos antiguos inconfundibles: “Cualquiera puede comprarse un coche, pero para estos clásicos se necesita algo más que dinero: tiempo, paciencia, imaginación, conocimientos y talento”. Y, además, la exigencia de máxima calidad que Erick tiene, en su trabajo y en su tiempo libre.
KXpress · 2021 | 01