La planta donde empezó todo avanza hacia el futuro

No importa donde mires, es un no parar. Empleados de la construcción que se arrastran por el tejado de la planta, excavadoras listas para entrar en acción y hormigón fresco en hoyos cavados frente al edificio. A la planta van llegando unas máquinas tras otras y, por motivos de espacio, hay tiendas y remolques de camiones estacionados fuera para almacenar piezas de forma temporal. Aquí, donde el fundador de nuestra compañía Rudolf Kellermann guardaba sus caballos hace 70 años, está ahora el almacén principal. Poco a poco, las instalaciones de la planta de Osterode se van llenando o, para decirlo en cifras, la ratio de espacio logístico de almacenamiento con el volumen de pedidos es un 45% menor que hace dos años. Es el resultado de lo que al director de la planta Wilko Hinrichs-Stark le gusta llamar “operación a corazón abierto”.

Esto se debe a que la planta fundadora de la compañía va a afrontar en 2021 y 2022 lo que probablemente sean los retos más grandes desde hace mucho tiempo. Los dos principales motivos para ello son: el proyecto PPA [más información] y las inversiones ligadas a este proyecto, así como al significativo rejuvenecimiento del equipo directivo, no solo en el caso del director de planta. El grupo KAMAX ha invertido un total de aprox. 22 millones de euros en la planta para el periodo 2020/2021. Ese dinero se va a emplear para efectuar reformas necesarias, situar máquinas reubicadas y ampliar la capacidad y la fuerza innovadora de la planta. Este es un paso que no todos los empleados de Osterode esperaban.

NUEVA NAVE EN PLANIFICACIÓN

El compromiso con esta planta supone también un reto para casi sus 350 empleados, porque, al igual que todo lo demás, las reubicaciones de maquinaria y las reestructuraciones tienen que hacerse con el proceso de producción en marcha. “Lo que en el pasado hubiera sido un solo proyecto importante, ahora hay que hacerlo todo por adelantado y a la vez que todo lo demás”, explica Sven Urban, director OPEX. El director de la planta Wilko Hinrichs-Stark lo dice con otras palabras: “Todos nuestros empleados pueden estar orgullosos de lo que se ha conseguido aquí durante el último año”.

A primera vista, parece que Osterode apenas pudiera esperar recibir en los próximos años más pedidos que últimamente, dado que aprox. del 40% al 50% de las piezas que se producen son para motores de combustión. La ventaja es que la planta de Osterode casi solo suministra esas piezas a camiones (p. ej. Volvo o Scania), que, en comparación con otros tipos de vehículos, solo se están viendo afectados con retraso por el cambio al motor eléctrico. Además, en el futuro, también se producirán aquí dos productos fabulosos para movilidad eléctrica: el tornillo largo fino para baterías de camiones y la ampliación de nuestro KXtreme. Esta pieza ligera ultrarresistente es una de las innovaciones clave del grupo KAMAX y cobrará aún más importancia en el futuro.Además, el plan es ampliarlo al sector de maquinaria pesada, dado que en este sector se necesitan tornillos pesados y grandes, por ejemplo, para maquinaria de construcción.

AQUÍ YA HAY MUCHO POTENCIAL

Osterode tiene el potencial de abordar con éxito todos esos desarrollos, pues a lo largo de 85 años ha desarrollado un excelente know-how que los empleados usan diariamente. Osterode está orgullosa de ser la planta fundadora con la que empezó todo, y además, con el director de planta Wilko Hinrichs-Stark, la cultura está cambiando. El equipo directivo ha rejuvenecido significativamente y el foco ahora está en impulsar el espíritu de equipo y trabajar juntos como equipo para allanar el camino hacia el objetivo de ser una planta pionera para el grupo. Todos los días de lunes a jueves, el equipo directivo ha reservado una hora y media para pasar juntos por producción. Si das una vuelta con el director de la planta, ves que saluda a todo el mundo en persona y los operarios de máquina se acercan a él por propia iniciativa para contarle los últimos acontecimientos. Todos tienen la oportunidad de implicarse, y ese es también el deseo del equipo directivo.

La idea tiene que inculcarse en la mente desde el principio, hay que animar y ofrecer retos a los jóvenes, como bien muestra el ejemplo de Kevin Boettcher [ver “Ser valientes”]. Para atraer y retener a talentos a largo plazo, es fundamental la formación. Precisamente, la planta colabora con la universidad cercana Technical University of Clausthal, fundada en 1775. Esta universidad está entre los mejores puestos en los rankings de universidades de Alemania, tanto en Ingeniería como en Ingeniería Mecánica. Desde entonces, ya hay números de dos cifras de graduados de esa universidad trabajando en la planta de Osterode. Las bases que se están sentando ahora son una buena garantía para el éxito futuro a largo plazo.