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Regreso al taller

Airbags peligrosos, luces de frenos defectuosas, transmisiones dañadas, software con errores de programación. En los últimos años, millones de vehículos han sido retirados y enviados al taller por ese tipo de problemas de seguridad. La industria del automóvil lleva tiempo siendo uno de los sectores con el mayor número de retiradas de productos de todo el mundo. En los medios leemos casi diariamente que marcas conocidas de coches llaman a enviar determinados modelos al taller por razones de calidad y, en la mayoría de los casos, se produce un cambio de piezas. Teniendo esto en cuenta, es esencial que prestemos especial atención a la calidad para evitar que acabemos siendo responsables de una retirada de productos.

Entre 2011 y 2020, 331 millones de vehículos fueron retirados y enviados a talleres en EE.UU. solo por defectos de seguridad. Según un estudio realizado por el Center of Automotive Management (CAM), los vehículos retirados fueron más del doble que los nuevos vehículos vendidos durante el mismo periodo de tiempo. Si bien esas retiradas de productos responden a menudo a una medida de precaución, siempre hay casos en los que pueden darse serios problemas de seguridad. Y es que, después de todo, en el peor de los casos una pieza defectuosa puede costar vidas.

Las cifras muestran que el alto número de retiradas de productos es una tendencia que continúa en todo el mundo. El riesgo de que se produzcan grandes retiradas de productos ha aumentado significativamente por las redes de producción global y los procesos de fabricación transversales en cuanto a marca y modelo. Esto significa que si se produce un error, este puede afectar rápidamente a diferentes modelos y marcas de vehículos. Entre las otras causas del aumento de los problemas de calidad se encuentran también la mayor complejidad técnica de los coches, el menor tiempo dedicado al desarrollo por la competencia y la presión de los costes. Los expertos ya prevén que aumentarán considerablemente los problemas relacionados con baterías y software.

En cambio, como consumidores cada vez somos menos conscientes de las retiradas de productos. Eso podría explicar por qué ahora el número de vehículos que llega al taller no se aproxima en ningún lugar al de los vehículos afectados. El hecho de que las retiradas de productos sean tan frecuentes ha hecho que la gente acabe acostumbrándose a ellas.

¿Qué es exactamente retirar productos?

Si un producto implica un riesgo potencial para la salud de la vida humana o animal, las empresas afectadas informan de que va a ser retirado del mercado y debe ser devuelto para poder corregir el defecto de calidad. La información se transmite a través de los medios de comunicación y las empresas afectadas informan en su propia web y en sus redes sociales. Las autoridades intervienen también en estos procesos, ya que existen normas legales concretas sobre cómo proceder con un producto que no es seguro. Esas retiradas de productos suelen ser realizadas voluntariamente por las empresas después de consultar con las autoridades competentes.

EL COSTE DE retirar PRODUCTOS

Una de las mayores retiradas de productos de la industria automovilística fue de airbags defectuosos e implicó que al menos 19 fabricantes de todo el mundo tuvieran que retirar del mercado aprox. 70 millones de vehículos. En este caso se observó un efecto dominó. Y es que, debido al empleo de componentes de uso extensivo, la retirada de un solo producto puede tener graves consecuencias para toda una industria. No se trata solo del coste de la retirada del producto en sí, sino del coste de la reputación de una empresa. Así pues, debemos tener siempre en mente que nuestros productos se instalan en vehículos de casi todos los fabricantes de automóviles.


VALOR MEDIO de reclamaciones por retirar PRODUCTOS

Proveedores automóvil/industria

12,4 m €

Comida/bebida

7,9 m €

Todos los sectores

10,5 m €

Los proveedores siempre tienen la culpA

La causa empieza a buscarse en cuanto el fabricante automovilístico detecta el defecto. No es poco común sospechar del proveedor. Cuando esto ocurre, la carga de la prueba recae en el proveedor. Por lo tanto, es esencial contar con un buen sistema de gestión de calidad que documente lo máximo posible y pueda demostrar casi sin fisuras la conformidad de un producto con las especificaciones requeridas. Porque, a fin de cuentas, de lo que se trata es de quién va a pagar por el daño.

Que quede claro: si ocurre algo así, tenemos seguros que lo cubren. Pero, una retirada por fallos de calidad siempre implica un alto coste, tanto en cuanto al dinero como en cuanto a la satisfacción del cliente. El año pasado, en EE.UU. tuvimos un caso por uno de nuestros productos suministrados a nuestro cliente General Motors. La resistencia de una parte de nuestro tornillo no cumplía las especificaciones. Sin embargo, la desviación no era muy alta y apenas se notaba con un apriete normal del tornillo. De hecho, el cliente lo notó después de mucho tiempo.

Durante el análisis del error, a primera vista, nuestra documentación de calidad era impecable, pero después de realizar investigaciones internas se identificaron una serie de circunstancias que incluían errores de software o conversión, el incumplimiento del principio FIFO (primero en entrar, primero en salir del almacén) y otras supuestas variaciones pequeñas que fueron sumándose. Esto no solo llevó a que se produjera la desviación, sino a que el lote de productos afectados se extendiera a más vehículos. Pese a ello, en los sucesivos tests realizados pudimos demostrar que el riesgo había sido muy bajo.

porcentaje de retirada de productos POR SECTOR

Proveedor automóvil/industrial

Comida/bebida

IT/electrónica

Sector minorista

Fabricación/envasado/procesamiento de metal/maquinaria industrial

A NOSOTROS TAMBIÉN NOS AFECTA

Pese a esa demostración, nuestro cliente decidió retirar los vehículos afectados. Una práctica que observamos en el sector es que los coches se reacondicionan cada vez de forma más rápida e integral y los gastos se pasan a los proveedores. Este caso no era excesivamente grande, pero aun así supuso un daño de 3 millones de dólares.

Actualmente, estamos tramitando una reclamación con uno de nuestros clientes más importantes. Existe la posibilidad de que hubiéramos enviado piezas de nuestra planta de Turnov (República Checa) con defectos de calidad, lo que nos puede suponer costes significativos. No obstante, el análisis del defecto es muy complejo y ambiguo, por lo que aún seguimos tratándolo con el cliente y nuestra compañía de seguros.

Las dos páginas siguientes tratan sobre los esfuerzos que estamos haciendo para evitar que ocurran esos casos.

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