Nos encanta la Navidad

“Para mí, la Navidad comienza el primer domingo de Adviento (NdR: el cuarto domingo previo al día de Navidad), con la luz de la primera vela de la corona de Adviento. Me gusta decorar mi casa con luces navideñas, velas aromáticas y estrellas de Navidad. Y siempre pongo un pequeño Belén con la representación del nacimiento del Niño Jesús. Quienes me visitan en esta época del año quedan envueltos por el aroma a dulces navideños. El árbol de Navidad lo decoro siempre con mi hijo: es una tradición nuestra. Y, mientras lo hacemos, escuchamos alguna bonita historia navideña para ambientarnos con el espíritu navideño.

En Nochebuena no tomamos nunca carne, sino sopa de guisantes y carpa con ensalada de patatas. Nunca olvidamos poner escamas de pescado y monedas bajo los platos. Así nos aseguramos de tener suficiente dinero para el año siguiente. Y, después de los regalos, interpretamos lo que nos deparará la fortuna con trozos de manzana o vertiendo plomo fundido en agua fría”.

“Yo celebro la Navidad con toda la familia, ya sea reuniéndonos en nuestra casa o en la de mi hija mayor. Cada año la menor viaja para vernos y, en esta ocasión, vendrá con su recién nacido, mi tercer nieto. Cada uno prepara algún plato especial. Todos los años cocinamos algo diferente. La típica ensalada de patatas con salchichas es más una excepción que una regla.

En cuanto acabamos de comer, enviamos a los niños fuera de la habitación para poder prepararlo todo. Ahí es cuando colocamos los regalos bajo el árbol, encendemos las velas y ponemos música navideña. Una vez todo está listo, suena una campanilla y los niños entran corriendo para ver qué hay bajo el árbol. Así es cómo celebramos siempre la Navidad y me gustaría que esta tradición pasará también a nuestros hijos”.