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Una fuerte
conexión:
KAMAX
y acero

Sin él, nuestras plantas no podrían hacer nada. El acero es nuestra materia prima más importante y la base de cada uno y todos nuestros tornillos. Por ese motivo, hemos querido ver cómo conseguimos nuestro acero, qué recorrido hace hasta llegar aquí y las características que lo distinguen.

Cuando se trata de acero, tenemos una regla: de la región para la región. Tanto en Europa, Asia o EE.UU., siempre intentamos usar acero obtenido en la región en la que se usa. Y lo hacemos así por un motivo importante: el acero es pesado y transportarlo es un proceso complejo y caro. Y KAMAX usa una cantidad ingente de acero. En todo el mundo procesamos hasta 18.000 toneladas de acero al mes. En términos comparativos, eso es aproximadamente equivalente al peso de 3.000 elefantes. El acero generalmente se transporta en forma de bobinas que se apilan y se mantienen sujetas con varillas de acero. Una sola bobina puede pesar unas tres toneladas.

Colaboración y optimización

Con el enorme volumen de acero que procesa la compañía, para KAMAX es fundamental contar con proveedores fiables. No pueden ser muy pocos proveedores para evitar que la compañía se vuelva dependiente de un determinado proveedor, pero tampoco demasiados para garantizar que todo el proceso no se vuelve muy difícil de gestionar. Nuestros compañeros de EE.UU. trabajan con tres proveedores principales, mientras que en Europa, la compañía adquiere el 80% de su acero de respetados fabricantes de alambrón. En China, nuestras plantas tienen varios proveedores.

Por muy diferentes que sean las regiones en las que operamos, el mercado de acero funciona casi igual en todo el mundo. Para KAMAX es importante entablar y mantener relaciones comerciales a largo plazo y crear una cadena de suministro fiable. Además, cuando negociamos condiciones y volúmenes de suministro, siempre procuramos tener en cuenta posibles eventualidades como las relativas al precio de la energía.

Algo que también es muy importante es crear alianzas. Nosotros trabajamos con fabricantes para testar nuevas aleaciones y nuevos procesos. Por ejemplo, si necesitamos acero especial con determinadas características para un nuevo producto o queremos aumentar la rentabilidad de nuestra cadena de suministro. De hecho, con un socio de desarrollo de Europa, conseguimos desarrollar un proceso listo para el mercado que nos permite reducir drásticamente la energía necesaria para el proceso de temple y revenido.

Por muy sencillo que pueda parecer el acero a primera vista, no hay nada fácil en él. Cada mezcla o aleación de acero es única. Y, para lograr las propiedades deseadas como, por ejemplo, la resistencia a la corrosión deseada, deben pesarse con máxima precisión y añadirse sustancias como níquel y cromo. Cada perno y tornillo KAMAX requiere su propia fórmula especial. Además, el procesado también juega un papel importante. Así pues, la interrelación de aleación, temperatura, enfriamiento y conformado deben definirse con máxima precisión y detalle. Incluso la temperatura es tan importante que la mínima fracción de un grado puede provocar una diferencia en la dureza del acero. En KAMAX, nosotros necesitamos el equilibrio perfecto entre dureza y resistencia.

Materias primas

Para producir acero se requieren varias materias primas, entre las que se encuentran el mineral de hierro, el carbón y la piedra caliza.

Fundición y limpieza

La mezcla de materias primas se combina con un volumen determinado de coque y se calienta a temperaturas muy altas hasta que el mineral de hierro se funde. Y, como en el mineral de hierro siguen quedando sustancias no deseadas, se emplean procesos químicos para filtrarlas.

Conformado y enfriamiento

Ahora, el mineral de hierro puro puede conformarse en la forma deseada como, por ejemplo, placas, varillas o bobinas. Seguidamente, el mineral de hierro debe enfriarse y este es un proceso que puede tardar horas o incluso días.

De camino hacia el acero verde

Aunque hasta ahora la sostenibilidad ecológica ha jugado más bien un papel modesto en la producción de acero, existe un enorme potencial de mejora en esta área. El acero es un material que teóricamente podría ser reciclado infinitas veces (siempre que se mantenga el nivel de pureza deseado).

Esto nos lleva a pensar en las opciones que existen en el área de producción. Aquí, hay dos procedimientos diferentes para producir acero. Estos procedimientos se suelen denominar rutas. La ruta convencional usa altos hornos. El primer horno se creó hace aproximadamente 5.000 años. El mero hecho de que debe usarse carbón para eliminar el oxígeno del mineral de hierro implica que esta ruta libera CO₂. Y eso sin contar la enorme energía que se requiere en esta ruta. Los hornos funcionan con gas, de forma que por cada tonelada de acero producida se emite una media de dos toneladas de CO₂.

Un método alternativo es el de la ruta EAF (horno de arco eléctrico). Su historia se remonta a la Francia de principios del siglo XX. En esta ruta se funden descartes de acero y mineral de hierro de alta calidad. Si se empleara un método más sostenible para eliminar el oxígeno del mineral de hierro como, por ejemplo, con hidrógeno, y esto se hiciera usando energía renovable, las emisiones podrían reducirse a 0,8 toneladas de CO₂ por tonelada de acero.

El alambrón en el proceso de fabricación a altas temperaturas

La materia prima final poco antes de ser procesada en nuestro departamento de conformado en frío.

Una tarea nada fácil

Existen ventajas e inconvenientes para las dos rutas. Cuando el proceso se realiza de acuerdo con las especificaciones mencionadas, la ruta EAF es más sostenible y más flexible. Sin embargo, no es posible producir todos los tipos de acero con este método, y tampoco es especialmente eficiente. Los altos hornos tienen una ventaja en lo que respecta a la calidad del acero, pero también el inconveniente de que deben funcionar continuamente y requieren un gasto energético enorme. Un estudio realizado por la Agencia Internacional de la Energía (IEA) ha revelado que solo la producción de acero genera aproximadamente el 25% de todas las emisiones generadas por la industria. En KAMAX, aproximadamente el 89% de las emisiones corresponden al acero que se adquiere.

Cambiar el método de producción no es tarea fácil. Requiere enormes inversiones que no pueden hacerse en un breve periodo de tiempo. Ese es el motivo por el que, como consumidores de acero, estamos realizando esfuerzos simultáneos en varias áreas. Por ejemplo, estamos trabajando continuamente para aumentar el porcentaje de acero reciclado y acero producido a través de la ruta EAF que usamos. Además, estamos desarrollando procesos y procedimientos propios con el objetivo de ahorrar energía y materias primas. Y, finalmente, estamos trabajando estrechamente con nuestros socios de desarrollo para hacer nuestra producción más eficiente y, con ello, reducir el uso de recursos.

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KXpress