Promover la inclusión
Algunos de nuestros compañeros se enfrentan en su trabajo diario a retos que otros apenas pueden imaginar, pues presentan alguna discapacidad que, de una u otra forma, les supone cierta limitación en sus habilidades físicas. Hemos hablado con algunos de ellos para ver cómo es la inclusión en nuestras plantas de Homberg y Museros.
Inclusión significa garantizar que toda persona pueda desenvolverse de forma autónoma en su vida y en su trabajo, independientemente de sus limitaciones. Muchos países como Alemania y España tienen legislación con disposiciones específicas sobre el porcentaje de personas con discapacidad que deben contratar empresas a partir de determinado tamaño. En nuestra planta de Museros, por ejemplo, este porcentaje es del 2%, mientras que en Homberg es del 5%. En Alemania, si no se llega a ese porcentaje, las empresas deben pagar una aportación compensatoria. En España, es posible obtener ayuda externa para fomentar la inclusión en la empresa.
Thomas Carli es uno de los representantes de los empleados con discapacidad y, desde hace cinco años, forma parte del comité de empresa para personas con discapacidad grave (SBV) en la planta de Homberg. Como Carli (59 años) dice con una gran sonrisa: “Luchar te mantiene joven”. Y él lucha por encontrar soluciones a los problemas que se plantean en el trabajo diario. Como miembro del equipo BEM (Operational Integration Management), Carli trabaja también por evitar enfermedades y animar a empleados a que se beneficien pronto de los programas BEM.
Roberto Sánchez controlando pernos en Museros
Accesorios elevadores para producción
Tatjana Laudenbach, coordinadora de los programas BEM y responsable de inclusión en Homberg, siente la misma pasión por su labor: “Si una empresa no hace nada, no recibirá ninguna ayuda estatal. Y, sin esas ayudas, las contrataciones y adquisiciones de equipos o accesorios destinados a la inclusión dependerán siempre de la situación financiera. Hasta ahora, he presentado 18 solicitudes para ayudas al empleo, accesorios elevadores y otros medios”. Si las autoridades aprueban todas esas solicitudes, se recibiría un importe nada desdeñable de seis cifras en euros. Todas estas ayudas facilitan el trabajo diario de nuestros compañeros con discapacidad.
Nuestra planta de Museros lleva desde 2016 trabajando por la inclusión con la ayuda del Centro Especial de Empleo “Talento y Experiencia”, cuyo objetivo principal es facilitar la integración laboral en empresas de personas con discapacidad. Los empleados con discapacidad, también con dolencias no aparentes como problemas cardiacos, requieren ayuda en su trabajo diario y, para ello, es fundamental adaptar el puesto de trabajo a sus necesidades.
Thomas Carli, representante de empleados con discapacidad en Homberg
Isabel Gómez, manipuladora envasadora y conductora de carretilla elevadora en Museros
A veces, las medidas de adaptación pueden ser muy sencillas como, por ejemplo, ofrecer un taburete o un apoyo a personas que deben permanecer de pie durante largos periodos de tiempo y facilitar así que puedan trabajar a tiempo completo. Roberto Sánchez controla pernos para KAMAX y tiene problemas para mover su brazo izquierdo: “Eso no me impide teclear en el teclado del ordenador o comprobar el peso de las cajas llenas de pernos”. Isabel Gómez trabaja como manipuladora envasadora y conductora de carretilla elevadora. Con pequeñas actuaciones como, por ejemplo, adaptar la altura de la mesa de envasado, se facilita enormemente su trabajo diario: “En mi caso, eso no afecta a mis problemas cardiacos, pero aprecio el interés de la compañía por evitar que nos esforcemos en exceso en nuestro trabajo diario”.
Hay muchas formas de ayudar
Thomas Carli se alegra del “impulso que se está dando a estos esfuerzos” en Homberg, por mucho que aún quede por hacer, incluso después de recibir las ayudas. En un caso, por ejemplo, se pusieron en duda los beneficios de las básculas móviles por los gastos de mantenimiento y reparación que suponían. En opinión de Carli: “Las básculas móviles se usan de todas horas, día tras día, y, claramente, eso implica un alto nivel desgaste por el uso, pero, por otro lado, ayudan a reducir la distancia que deben recorrer nuestros compañeros y eso ahorra tiempo, por lo que merece la pena”.
Historias de éxito como las de Museros y Homberg son justamente lo que esperan conseguir los compañeros que trabajan por la inclusión. Thomas Carli, que ya ha superado numerosas dolencias, nunca se da por vencido frente a la adversidad. Y esa es una actitud que le gustaría compartir con todos en KAMAX: “No dejes que nada te desanime”.
KXpress
