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Aprendizaje a través de las generaciones: cómo transmitimos los conocimientos

Ya en el siglo diecisiete, el filósofo inglés Francis Bacon reconoció que “el conocimiento es poder”. En KAMAX, hay mucho conocimiento. El conocimiento que los empleados traen, que desarrollan y que transmiten contribuye al éxito a largo plazo de nuestra empresa. En particular, la transferencia de estos conocimientos es muy importante estos días, especialmente porque, en algunas de nuestras sedes, muchos de nuestros compañeros se jubilarán en los próximos años.

Un simple vistazo a las cifras es suficiente para entender los desafíos a los que nos enfrentaremos en un futuro no muy lejano: más del 32 % de los empleados de KAMAX de todo el mundo tienen más de 50 años y un 9 % son mayores de 60. ¿Qué podemos hacer para asegurarnos de que las personas que les sucedan tengan los conocimientos necesarios? Afortunadamente, tenemos la posibilidad de planificar con anticipación, dado que, por lo general, sabemos exactamente cuándo se jubilarán nuestros compañeros.

Mayor tasa de fluctuación

El mundo laboral ha cambiado: en el pasado, cuando una persona acudía a una empresa para aprender un oficio, en general, se quedaba allí. Pasar toda la vida con el mismo empleador era la norma, y no la excepción. Con el paso de los años, este modelo ha cambiado. Las personas de desplazan más y existen más oportunidades de formación y desarrollo profesional. A pesar de que tienen esta posibilidad de desarrollo en sus “propias” empresas, muchas personas deciden cambiar de empresa con más frecuencia. Y no pasa solo en KAMAX. Las brechas que esto genera también pueden sentirse en lo personal; aun así, es importante que podamos seguir funcionando al mismo nivel para poder mantener el éxito de nuestra empresa.

“¡La idea es formar empleados para aumentar su motivación para asumir tareas más desafiantes!”

José “Pepe” Puchau, DIRECTOR DE INGENIERÍA EN MUSEROS (ESPAÑA)

En otras palabras, la combinación de la edad y la fluctuación del personal han hecho necesario salvaguardar la fuente de conocimiento que existe dentro de la empresa. En nuestras sedes, han surgido diversos enfoques para ayudarnos a transmitir los conocimientos y la experiencia de los empleados más antiguos. Un ejemplo es Jeff Kollhoff, que se incorporó a KAMAX en 1995. Comenzó como operario de roscas en la planta de Lapeer (EE. UU.) y fue ascendiendo poco a poco. En el pasado, había una gran tasa de fluctuación en la sección de roscas y era difícil encontrar nuevos empleados. Esto llevó a la empresa a contratar a trabajadores de otros países.

Jeff Kollhoff y Diego Martínez trabajando juntos.

Las manos expertas enseñan cómo se hace

A principios del 2023, Jeff Kollhoff desarrolló un programa de formación para los nuevos operarios de roscas. En ese momento, formó a un compañero más joven, Diego Martinez, que realiza la formación introductoria sobre roscas en español. Martinez llegó a los EE. UU. desde Venezuela y fue contratado como operario de roscas, without capital letter. Esto nos da la oportunidad de ampliar nuestro alcance a la creciente población hispanohablante en la zona de Flint, donde está ubicada la planta de Lapeer. Gracias a la labor de trabajadores experimentados como Jeff junto a estos prometedores talentos, ahora podemos formar a empleados que antes no habríamos podido contratar.

Otro compañero hispanoparlante que está viajando por el mundo KAMAX para compartir sus conocimientos es José “Pepe” Puchau. A lo largo de varias décadas en nuestra empresa, ha acumulado una asombrosa experiencia técnica en nuestra planta de Museros (España), y ha compartido estos conocimientos no sólo en su país, sino también con nuestros equipos de Eslovaquia, Estados Unidos y México. Esta formación se imparte en varios departamentos e incluye reparación de herramientas, estandarización o simplemente los fundamentos de la conformación en frío. “Formar a los empleados se trata siempre de aumentar sus conocimientos, pero existe algo más importante: incrementar su motivación para asumir tareas más exigentes, mejorar la calidad y esforzarse por hacer las cosas un poco mejor cada día”, dice Pepe Puchau.

PROPORCIÓN DE EMPLEADOS MAYORES DE 50 AÑOS

Los jubilados ayudan

En Homberg (Alemania), se está agrupando a los trabajadores con experiencia junto a los jóvenes y a los relativamente nuevos en la empresa para que puedan brindarles sus conocimientos sobre determinados temas del trabajo. Los departamentos de temple, conformación en frío y operaciones secundarias emplean a personas que ya se han jubilado. Estas personas están disponibles para ayudar con poca antelación o tienen contratos temporales que les permiten ganar un poco de dinero extra. Al no estar atados a un calendario fijo, pueden comenzar a trabajar sin mucho tiempo de antelación. Como resultado, una persona que está disponible para hacer turnos de noche habituales puede aliviar la carga de muchos empleados fijos, ya que les permite cambiar al turno de mañana o de tarde.

Sin embargo, la flexibilidad no es lo único que tienen para ofrecer: la amplia experiencia de estos trabajadores a tiempo parcial beneficia a todo el departamento. La formación también se ha modificado para tener en cuenta próximas jubilaciones e impedir la pérdida de conocimientos. Un buen ejemplo es el de los operadores de máquinas y sistemas de temple y revenido: los aprendices pasan ahora los últimos seis meses de su formación íntegramente en el departamento, e incluso su examen final tiene lugar directamente en la máquina. Las cosas eran diferentes en el pasado. El nuevo enfoque profundiza en los conocimientos técnicos al tiempo que fomenta los vínculos con el departamento, de modo que es más probable que estos recién llegados permanezcan en él.

Un jubilado de Homberg ayudando.

Formación de amplio alcance

Otro ejemplo del concepto de formación de amplio alcance es la planta de Turnov (República Checa). Allí tenemos varias cooperaciones con escuelas locales, donde formamos a sus alumnos y estudiantes regularmente en la planta, normalmente durante un año. Los estudiantes reciben formación en prensas, operaciones secundarias o el taller de matriceria, en función de su campo de estudio. Aprenden los fundamentos de la teoría del conformado (en frío) y del mecanizado y, por supuesto, llegan a conocer la propia máquina. En el mejor de los casos, nos hacemos cargo de ellos, como Filip Drbohlav, que fue entrenado por el instructor Jiří Lukeš [véase la portada de la revista].

En herramientas y equipos en Bardejov (Eslovaquia), nos basamos en una matriz de formación para proporcionar a los nuevos empleados conocimientos sobre diversos sistemas en una fecha temprana. “Elaboramos una matriz de cualificaciones para cada empleado, lo que les permite tener una formación continua en varias máquinas. Como resultado, las personas tienen la posibilidad de intervenir desde el principio donde sea necesario”, explica Katarína Horváthová del departamento local de Personas y Cultura. También se asigna a los trabajadores con experiencia para que trabajen junto a los recién contratados y los recién llegados, de modo que puedan aprender de ellos todo lo posible, un enfoque que ya ha demostrado su eficacia en otras sedes de KAMAX.

En otras palabras, la situación es similar dondequiera que vaya: se pide a los trabajadores experimentados que compartan con la siguiente generación los conocimientos que han adquirido a lo largo de sus décadas de trabajo en KAMAX. Esto no siempre es fácil en el día a día, e incluso puede resultar frustrante, sobre todo cuando los nuevos empleados acaban abandonando la empresa rápidamente. Al fin y al cabo, sin embargo, los incansables esfuerzos de personas como Jeff Kollhoff y Pepe Puchau por transmitir sus conocimientos a diario son necesarios si queremos preparar a una nueva generación y entusiasmarla con su trabajo.

Pepe Puchau forma a sus compañeros en Lapeer (EE. UU.).

Pepe Puchau forma a sus compañeros en León (Mexico)

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