DESDE LAS PLANTAS

Producción en viaje

Rose City, Michigan (EE. UU.) y León (México) están separadas por 3600 kilómetros. Las personas pueden recorrer esta distancia con relativa facilidad en avión, pero cuando se trata de trasladar toda una operación de producción, requiere una planificación meticulosa. Y eso es precisamente lo que nuestros colegas de KAMAX y Robert Schröder están haciendo in situ en estos momentos. ¿Por qué?

Husillos

Robert Schröder fabrica husillos en Europa y Norteamérica. Se pueden encontrar en aplicaciones como componentes de asientos de vehículos puertas laterales y puertas de altura regulable. Mesas. Con nuestros husillos, pivotes y ejes transmiten movimientos rotativos en movimiento lineal.

La unidad Robert Schröder de KAMAX ha estado trabajando en una empresa conjunta con EJOT-ATF en Rose City, Michigan (EE. UU.), a unas dos horas en coche de Lapeer (Michigan), para producir ejes para puertas levadizas motorizadas. Algunos de sus clientes más conocidos son Bosch, Edscha y Brose. Aunque se va a cerrar la planta, es esencial que los conocimientos técnicos y la capacidad de producción sigan estando disponibles para el mercado americano. Por ello, la producción se traslada ahora a León. Un equipo conjunto formado por las unidades de Robert Schröder, KAMAX Lapeer y KAMAX Léon está colaborando estrechamente para realizar esta transferencia de tecnología. Para ello hay que cumplir una serie de requisitos importantes:

1. Creación de reservas de seguridad.

Los clientes no quieren tener que esperar su entrega porque estamos trasladando nuestra maquinaria. Al mismo tiempo, por razones de eficiencia, no queremos duplicar permanentemente nuestra capacidad de producción. La solución: establecer por adelantado una reserva de seguridad de ejes que sea suficiente para cubrir el periodo durante el cual se produce el traslado.

2. El edificio en León.

Es evidente que en León se necesita espacio suficiente para las operaciones de producción. Ya se ha proyectado una nave de producción de unos 1000 metros cuadrados de superficie productiva, cuya construcción finalizará en junio de 2024.

3. Los empleados y su cualificación y formación.

En particular, la producción de eje exige una experiencia que hasta ahora no estaba presente en la sede de León. Por este motivo, nuestros compañeros empezaron a contratar en febrero a nuevos empleados que vendrán a Alemania para formarse en la unidad de Robert Schröder.

4. Auditorías y homologaciones de clientes.

Un nuevo lugar de producción implica también nuevas auditorías y homologaciones, no sólo del edificio en sí, sino también de todos y cada uno de los productos que allí se fabrican. Por eso es necesario determinar antes del traslado cuánto tiempo requerirán los procesos de homologación, ya que esto repercute en el nivel de reservas de seguridad que se necesitará.

5. Traslado de las máquinas.

Trasladar físicamente nueve máquinas, incluidas las laminadoras y los sistemas de ensayo y limpieza, es un reto logístico que exige una planificación detallada.

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Como dice el refrán, el tiempo es oro, y eso también es cierto en este proyecto. Para agilizar las cosas, el equipo decidió encargar otras dos máquinas nuevas para la planta de León, que se entregarán a finales de junio. Gracias a esta decisión, nuestros colegas in situ podrán ayudar a constituir la reserva de seguridad necesaria. Esa es la clave de toda la operación y un requisito fundamental para poder poner en marcha el traslado propiamente dicho.

Lecciones y perspectivas

Según David Winn, vicepresidente de ingeniería en Lapeer: “Sin duda hemos aprendido una lección: lleva demasiado tiempo acumular suficientes existencias de seguridad mientras llevamos a cabo las operaciones normales”. André Casel, director general de Robert Schröder, añade que: “tuvimos muchas devoluciones de clientes, lo que alteró nuestro calendario”. Incluso ahora, con las capacidades adicionales instaladas, todos nuestros colegas tienen que esforzarse al máximo. La finalización del proyecto está prevista para el tercer trimestre de 2024. Esto significa que, desde el inicio de la planificación hasta la finalización del proyecto, habrán transcurrido en total unos doce meses.

¿Ha merecido la pena todo este esfuerzo? Todos los implicados están seguros de que la respuesta es “Sí”. Al fin y al cabo, nos ha permitido aprovechar la experiencia que había en una empresa conjunta y trasladarla al propio grupo KAMAX. Ya hemos recibido consultas de nuevos clientes, y KAMAX puede beneficiarse de los movimientos para transferir la producción de ejes fuera de China. Uno de los objetivos estratégicos de KAMAX Norteamérica es ampliar su experiencia en el campo de las piezas de precisión para máquinas, y la producción de eje es un buen punto de partida.

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KXpress