5 preguntas para …
Chrisoula Angelidou, VP Global de Recursos Humanos
1. Ya lleva en la compañía seis meses, ¿qué cree que hace especial a KAMAX?
Esa es una buena pregunta para empezar. Su gente, por supuesto. Durante estos últimos meses, he conocido a gente formidable. Tanto si llevaban poco tiempo, diez años o estaban a punto de jubilarse, en todas las plantas me han tratado de igual a igual y me han acogido muy bien.
Al final del día, la gente es la que hace una empresa: la pasión con la que afrontan sus tareas. Cuando estoy fuera de aquí de la central de Homberg, veo una gran identificación con KAMAX. Y también veo fuertes raíces en plantas nuestras desde muchos años como, por ejemplo, Turnov y Museros, que han ido avanzando década a década con una visión clara. Esa perspectiva de futuro se siente también con fuerza en nuestras plantas más jóvenes. Existe un gran compromiso que va mucho más allá de sus propias áreas de especialización. Eso me hace sentir optimista sobre la capacidad de seguir progresando juntos. Pese al poco tiempo que llevo, ya me siento muy cómoda en mi rol de KAMAXIANA.
2. ¿Cuáles cree que son las tres habilidades clave que necesitamos como compañía o como equipo para seguir avanzando en el futuro?
Espacio libre: Escuchar la opinión de otra persona y aceptarla. No siempre te tiene que gustar todo ni tienes que aceptar todo, pero la capacidad de inventiva, intercambiar ideas y aprender de los demás: eso es algo que siempre viene bien. Y, a la vez, es algo que ayuda a abrir la mente y romper con una forma de pensar cerrada. Son tantos los compañeros de trabajo con voz, opiniones e ideas. Ellos ven y pueden señalar fallos, pero también las soluciones a esos fallos. Y eso es algo que tenemos que aprovechar. No todo tiene que pasar por la mesa del jefe. Y solo “regañar” no es algo que ayude.
Actitud abierta y crítica constructiva: Expresar abiertamente una crítica sin tener que pedir perdón cada vez que se critique algo. No se trata de quién cometió el error, sino de lo que podemos aprender de él. Los errores ocurren, sobre todo, cuando se toman decisiones rápidas, pero es preferible cometer un error que planificar todo hasta el mínimo detalle.
Confianza: Es igual que en casa: los padres dan confianza en casa. Tenemos que dar confianza a nuestros hijos para que crezcan. Yo creo que justo así es cómo funciona una compañía. La confianza empieza desde arriba y pasa por todos los niveles directivos. Claro que puedes definir responsabilidades para cada procedimiento, pero, al final del día, mucho de lo que pasa, ocurre a nivel interpersonal. ¿Cuánto tiempo tengo que tomarme antes de una conversación? ¿Qué preguntas hago? ¿Muestro interés por la otra parte? Así es cómo se crea confianza: tómate el tiempo para mantener una buena conversación. Así es cómo asumes responsabilidad y te sientes proactivo en la compañía.
3. Todo eso tiene mucho que ver con la cultura corporativa, ¿cómo ve la cultura corporativa de KAMAX?
La cultura corporativa consiste en tratar bien al otro. Creo que es importante dejar claro que ningún departamento es el único responsable de la cultura corporativa, pues es algo que no puedes forzar. Volviendo al símil de antes, es como en casa: la cultura de una familia se crea a través de tradiciones, símbolos, rituales, etc.
Seguramente yo misma suponga aquí un cierto choque cultural para mi entorno, pues soy hija de una familia trabajadora que llegó aquí de inmigrante. Yo me acerco abiertamente a la gente y busco conscientemente conversación. No siempre tienes que gustar, pero está bien tener una conversación crítica y orientada a soluciones.
La cultura corporativa crece como una cebolla desde el interior. Eso quiere decir que tengo que empezar con mi equipo pequeño y cada nueva persona a la que quiero llegar conforma una nueva capa. Da la sensación de que se han perdido muchas cosas en la organización corporativa en estos últimos años y queremos reactivarlo juntos. Nuestra cebolla tiene algunas abolladuras, pero con un poco de agua y fertilizante volverá a estar bien pronto.
4. Uno de los temas que más le interesan es la igualdad: ¿cómo quiere promoverla en la compañía?
Más que nada, permitiéndola. En nuestro sector, estamos empezando a contratar cada vez más a personas de diferentes contextos. Esto es algo que va mucho más allá del género y del origen étnico. ¿Por qué no se contrata a más gente mayor de 55? Y también tenemos que promover que gente con discapacidades forme parte de nuestra compañía. Eso también implica hacer nuestro entorno de trabajo más flexible de forma que la gente pueda trabajar en diferentes asuntos.
Al mismo tiempo, tenemos que sensibilizar sobre la importancia de determinados asuntos. Ese enfoque tenemos que ir asentándolo lentamente. Lo más fácil sería hacerlo abordando proyectos de forma transversal de forma que se cubran diferentes funciones y divisiones. Hay que dar más visibilidad a los equipos. Hablar de los éxitos y celebrarlos.
Aquí también es importante la conciliación familiar y laboral. Eso es mucho más que un permiso parental. Junto con el comité de empresa alemán estamos trabajando en un acuerdo corporativo sobre el trabajo móvil. Y otro tema incluido en la agenda de este año es la trayectoria profesional, pues es importante para la gestión integral de la salud laboral.
Queremos a más mujeres en la compañía, pero apenas hay mujeres en las profesiones técnicas. Por eso, estamos acercándonos de una manera mucho más activa a las universidades. Aún así, creo que sería difícil imponer una cuota en un mercado laboral tan tocado como está este.
5. Teniendo todos esos temas sobre la mesa, ¿cómo se relaja y de dónde saca la energía?
Mi fuente de energía es el descanso. Me encanta estar en el jardín arrancando hierbas durante horas y hacer bricolaje, ya sea pintando paredes o renovando muebles de jardinería. Y me encanta pintar por números. Eso es algo que me relaja mucho. Efectivamente, es muy importante saber desconectar. Por eso, por las tardes y los fines de semana, mi móvil se queda en el alféizar de la ventana de la cocina y no lo miro en absoluto.
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