Solidaridad con el pueblo ucraniano
En KAMAX nos preocupa la actual situación en Ucrania y condenamos firmemente la agresión del gobierno ruso. Nuestra simpatía está con la gente que está sufriendo sobre el terreno, con todos nuestros compañeros de trabajo con familia y amigos en Ucrania y con nuestros equipos de República Checa, Eslovaquia y Polonia. Ahí es donde más se están notando los efectos de la guerra, puesto que muchas de las personas que huyen de Ucrania están recibiendo ahí apoyo y ayuda para encontrar refugio o un nuevo hogar.
Como compañía, apoyamos las sanciones que se están imponiendo a Rusia con la máxima convicción y estamos ayudando a aliviar en lo posible el sufrimiento de las personas afectadas con donativos concretos a organizaciones de ayuda humanitaria. De hecho, ya el primer viernes después del inicio de la guerra, donamos dinero a la organización internacional Cáritas que está proporcionando ayuda sobre el terreno. Y, en un segundo paso, estamos contribuyendo concretamente allí donde nuestra ayuda tiene su máximo efecto.
Por ejemplo, en Bardejov (Eslovaquia) hemos apoyado varias iniciativas como la de la escuela T. Ševčenka de Prešov, la única escuela de Eslovaquia en la que se está impartiendo clase en ucraniano y a la que pueden ir niños ucranianos. Asimismo, estamos ayudando a la organización AREGALA “Cooks without borders” que ofrece comida caliente en los pasos fronterizos de día y de noche. Además, se han otorgado ayudas financieras a empleados que ofrecen alojamiento privado a refugiados. Y, en Turnov, aparte de apoyar financieramente las iniciativas adoptadas por el municipio, muchos compañeros están ayudando de forma particular a cubrir las necesidades básicas de la gente que lo necesita.
Esta guerra y las sanciones impuestas están teniendo un gran impacto sobre el pueblo ucraniano, pero, a su vez, también están afectando a la economía de Europa y otras partes del mundo. En el sector privado, por ejemplo, muchos de nosotros ya estamos sintiendo en carne propia el incremento del precio de la energía. Por eso, estamos adaptando nuestros planes en lo posible para tratar de amortiguar los efectos potenciales del conflicto. Al no tener centros de producción ni proveedores importantes en Rusia, Bielorrusia o Ucrania, no estamos directamente afectados y el efecto real sobre nuestras plantas se irá viendo a lo largo de las próximas semanas cuando podamos evaluar con mayor precisión cuál será el impacto para nuestros clientes directos. Afortunadamente, nuestra producción sigue por ahora su ritmo habitual.
Todos nosotros esperamos que se encuentren pronto soluciones para esta guerra y que pueda aliviarse el terrible sufrimiento que está azotando a tantas personas sobre el terreno. Al mismo tiempo, sabemos lo compleja que es la situación actual y que tendremos que lidiar bastante tiempo con los efectos del conflicto.
La ayuda prestada a las personas afectadas por la guerra en Europa y, en particular, por parte de nuestras plantas KAMAX es un rayo de esperanza y queremos dar las gracias por toda la humanidad que se está demostrando. Toda ayuda cuenta, ya sea de particulares o empresas y tanto si es en forma de un donativo en especie, dinero o un techo para dormir.
KXpress