Das Werk in Alsfeld aus der Vogelperspektive

Solidaridad y colaboración hasta el final

Nuestra planta de Alsfeld (Alemania) cierra para siempre sus puertas a finales de junio. Aprox. unos 40 empleados pasarán a otras plantas. Para el resto de personal se ofrece una solución transitoria justa. Pese a ello, duele que cierre. Detenemos la mirada en sus 50 años de historia, la solidaridad mostrada hasta el final y los motivos de su cierre.

¿qué Ocurre con los empleados?

De los 200 empleados originarios de Alsfeld, aprox. 40 pasarán a las plantas de Homberg y Osterode. Para el resto de personal, KAMAX ofrece una solución transitoria justa con apoyo del comité de empresa y de los sindicatos. Más de 80 empleados seguirán cobrando el 80% de su salario durante el plazo máximo de un año, recibirán 2.500 € para seguir formándose, así como asesoramiento profesional para encontrar un nuevo empleo. Otros empleados han dimitido por su cuenta, se han jubilado o se han prejubilado. Aparte de eso, cada empleado recibirá una indemnización en función de los años de servicio, la edad y el número de hijos, entre otros factores. Otra oferta incluida es una solución transitoria hasta la jubilación.

La historia se repite. Algunos lo vivieron en persona, otros no lo saben, pero la planta de Alsfeld, creada en 1970 como centro de producción auxiliar para la central de Homberg a 30 km, cerró ya en 1994 por problemas económicos. Algunos de los empleados siguieron por su cuenta y se hicieron cargo de forma independiente de las antiguas máquinas de la planta (de los departamentos de tratamiento térmico y fosfatización, entre otros).

En 2001, KAMAX decidió reiniciar la producción en Alsfeld, no como planta propia, sino como centro de producción auxiliar para Homberg debido a que la demanda de pernos había aumentado considerablemente y había escasez de suministro. Algunos de los que ya habían trabajado allí anteriormente se alegraron de volver y formaron parte del proyecto. En esa época se contrató en Alsfeld a 40 empleados. Un carácter decisivo para esta nueva etapa fue el de Anton Kreuter. Debido al número comparativamente menor de empleados, se forjó un espíritu de equipo especial y un equipo perfectamente compenetrado con confianza mutua y un ambiente agradable. Esto siguió siendo así cuando el número de empleados aumentó a los pocos años tras decidir el traslado de la producción de algunas piezas largas y pesadas a Alsfeld.

“En los primeros años, se hacía todo lo posible por descargar la producción de Homberg, incluso en las circunstancias más difíciles. Ya entonces era un equipo muy unido y aún hoy recuerdo el ambiente solidario que se respiraba en la planta de Alsfeld y entre su personal”

Uwe Breves,
DIRECTOR DE PRODUCCIÓN DE ALSFELD (2001 – 2011)

Típico de Alsfeld: la producción de tornillos largos y pesados

Ambiente especial

“Aquí siempre se ha respirado un fuerte espíritu de equipo, incluso ya en los ochenta. Era un buen lugar para trabajar. El ambiente familiar es algo que siempre ha caracterizado a Alsfeld. Por eso, me alegré mucho de volver a trabajar aquí después de 13 años”, cuenta Klaus Adler, operador de máquina, uno de los que regresaron en 2006 tras largo tiempo cuando KAMAX decidió restablecer Alsfeld como planta independiente y no solamente como centro de producción auxiliar de la central. Alsfeld evolucionó rápidamente pasando de ser una nave que apenas tenía las condiciones necesarias de iluminación ni un sistema de calentamiento operativo a convertirse en parte integral del grupo. Un motivo más de los muchos por los que los empleados del grupo llevan con tanto orgullo en el mundo la chaqueta de KAMAX.

“No me marcho de Alsfeld con los ojos secos. Cuando llegué, pensaba que me quedaría al menos un año para aprender cómo funcionaba todo y ganar experiencia. No conocía muy bien el idioma y era joven. Pero lo bien que me acogieron me sorprendió positivamente. Éramos como una pequeña famila”

Tomáš Hájek,
director de planta en Alsfeld (2014 – 2016)

Con la ayuda de directores jóvenes como Tomáš Hájek, director actual de Turnov (República Checa) y José García, director actual de Homberg, Alsfeld siguió optimizando muchos de sus procesos en los años siguientes. Y, sin tener que pedírselo, los antiguos empleados contribuyeron a ello ayudando a los nuevos empleados a integrarse y creando un clima de confianza.

Sin embargo, desde la perspectiva económica, ya se preveían dificultades económicas para la planta, no por el rendimiento de la plantilla, sino porque la producción de piezas grandes se estaba volviendo demasiado cara por la subida del precio del acero y no se conseguían nuevos encargos. A esto hay que añadir la demanda continua de bajada de precios por parte de los clientes, algo que sigue aún hoy. Pese a ello, con la estrategia de 2019, KAMAX decidió mantener todas las plantas alemanas esperando que se estabilizaran y que evolucionaran todas conjuntamente. Pero, la pandemia del Covid causó los estragos más duros de la historia del grupo. En 2020, nuestros clientes dejaron de producir y la planta de Alsfeld registró pérdidas de aprox. 4 millones de euros.

“El increíble trabajo que han realizado los empleados, sobre todo, durante los últimos meses, es algo fuera de lo común, pues hemos estado recibiendo nuevas responsabilidades cada uno o dos meses, con los consiguientes cambios que eso conlleva. Esperaba que todos reaccionaran con sensatez a la situación, pero no lo daba por sentado”

Dennis Winter,
director de planta en Alsfeld (2022)

Bajas previsiones de crecimiento

Ya antes de la crisis, estaba claro que KAMAX tenía que adaptarse urgentemente a las nuevas circunstancias de la industria del automóvil. Al fin y al cabo, hasta un 30% del portfolio de productos alemanes está en riesgo por el cambio de motores de combustión a motores eléctricos y no es fácil sustituir por completo las piezas antiguas por nuevas, por mucho que los departamentos de Ventas, Desarrollo de negocio y Tecnología estén haciendo aquí un muy buen trabajo. “Europa no es un mercado en expansión, a diferencia de EE.UU. y China” sostiene Christian Wolff, VP de Finanzas y Controlling. La guerra de precios está siendo feroz y la subida del coste de la energía y los materiales está haciendo el resto. Para sobrevivir en Alemania a largo plazo deben realizarse grandes inversiones en todas las plantas alemanas, ahora y en el futuro, tal y como prevé la estrategia corporativa. Las pérdidas causadas por la pandemia y las bajas previsiones de crecimiento ponen en riesgo esas inversiones. Mantener el plan original habría podido poner en peligro toda la producción en Alemania, así que, al final, con gran pesar, se tomó la decisión de no seguir operando a medio plazo en Alsfeld.

Esta decisión provocó mucho rechazo, no solo en la planta de Alsfeld. Le siguió un conflicto laboral, una gran fluctuación y periodos en los que los empleados restantes tuvieron que trabajar especialmente duro. Pese a todo, como en las décadas anteriores, la plantilla rindió mucho más de lo que se esperaba. “Lo dieron todo cada día. Es increíble lo que se ha conseguido hacer aquí hasta el final”, destaca Lukas Freidhof, director del departamento de Mantenimiento y las áreas de producción CH, HT y MA.

Las naves de producción de Alsfeld en marzo, cuando se estaban vaciando

A los demás compañeros de KAMAX no nos cabe más que honrar lo hecho por la plantilla de Alsfeld. Solo muy pocos pueden empatizar con lo que significa para sus empleados el cierre de su planta. En Alsfeld había y hay puesta mucha pasión. La plantilla ha sido la que ha dado forma a esta planta hasta el final haciendo gala de una lealtad mutua que no puede darse por sentada. Todos nosotros deberíamos tratar de no olvidar a las personas y los logros conseguidos durante los 50 años de historia de la planta y recordarlos como una parte especial de nuestra historia corporativa.